Aquel año habíamos decidido unos amigos y yo organizar un viaje de interrail por Europa en verano,por aquel entonces aún no conocía muy bien que era eso del interrail y buscamos información para ver si nos animábamos a hacerlo.
Leyendo y leyendo experiencias de aventureros en sus viajes de interrail no dudamos en hacer nosotros el nuestro,aunque no fuimos muy bien preparados,ya que nuestro "equipaje" era demasiado grande,con maletas,mochilas,bolsas,sacos de dormir,etc,luego nos dimos cuenta que para un viaje en interrail no hay nada mejor que una mochila bien equipada.
Nuestro viaje de 22 días comenzó en Londres,donde ya tuvimos varios problemas nada más montar en el avión hasta que cogimos el primer tren,pero eso quedará para otra anécdota del blog. Después de Londres,Dover,Calais y París,nos dispusimos a emprender camino a Praga,por lo que cogimos un tren el a estación central de París,pero para poder llegar hasta Praga teníamos que hacer una serie de escalas y cambios de tren en varios puntos de Alemania.
Nuestro primer cambio de tren fue en Frankfurt,ciudad a la que llegamos muy cansados y dormidos ya que cogimos el tren de madrugada y no habíamos dormido nada,normal,última noche en París,no podíamos desperdiciarla. Después de bajarnos del tren y estar esperando al siguiente una horita más o menos creo recordar,montamos en el tren que nos conduciría a Praga,eso si,antes tendríamos que hacer escala en Cheb.
Cheb (también llamado Eger en alemán) es una ciudad de la República Checa que se encuentra ubicada en la región de Karlovy Vary, junto al río Ohře, al pie de los montes Smrčiny y cerca de la frontera con Alemania. Antes del año 1945 la ciudad era el centro de la región conocida como Egerland, de habla alemana, dentro del área de influencia de los dialectos austrobávaros.
Esta pequeña ciudad checa funciona como un paso fronterizo con Alemania,por lo que es un punto importante para hacer cambios de tren con diferentes destinos por el país. Nosotros llegamos a la estación de tren de Cheb alrededor de las 10 de la noche y fuimos a preguntar a la estación a que hora salia el próximo tren para Praga. Para poder llegar a la estación había que pasar por un túnel subterráneo el cual,entre las luces parpadeantes,las lámparas medio caídas colgando del techo,las pintadas de las paredes,el silencio sepulcral y el frío que hacia ,recordaba a cualquier película de terror que se te venga a la mente, parecía un escenario de la película de matanzas "Hostel".
Una vez atravesado el túnel llegamos a la "estación", por llamarlo de alguna manera. Aquello daba más miedo aún que el túnel que unía la estación con las paradas del tren,estaba todo abandonado,sucio,casi a oscuras,con pintadas,basura tirada por todos lados,pero al menos, había una persona en un mostrador de mala muerte a la que podríamos preguntarle a que hora podíamos escapar de allí,fallo por nuestra cuenta ya que fue mucho suponer que hablase inglés.
El recepcionista no hablaba nada de nada de inglés,solo se limitaba a soltar palabras en checo y a una velocidad pasmosa,Por lo que tuvimos que tirar del mundialmente conocido lenguaje de gestos,y así pudo decirnos que el primer tren para Praga salia en 7 horas,es decir,a las 6 de la mañana,espera... ¿ teníamos que pasar toda la noche allí,en una estación "del terror"? aquello fue un batacazo.
Teníamos que pensar que íbamos a hacer,y nos sentamos en un banco a valorar las posibilidades. La primera fue quedarnos a pasar la noche en el interior de la estación,en una zona que habíamos visto antes con bancos que podíamos usar a modo de "cama improvisada",por lo que fuimos a ver que tal podíamos dormir allí,y para nuestra sorpresa,o no tanto viendo el panorama que nos rodeaba, había un drogadicto allí tumbado,no voy a explicar lo que estaba haciendo para darme a entender que era drogadicto,que nos miró con mala cara,por lo que lo de quedarnos allí dentro ya no era una posibilidad,y pensamos en salir fuera de la estación a buscar algún tipo de alojamiento,aunque entre que íbamos y luego que teníamos que estar en la estación a la espera del tren ya que no era la primera vez que nos daban un horario y el tren llegaba bastante antes. Nada más salir nos saltaron encima todas las miradas de los transeúntes,más bien se les podría llamar "canis", que estaban allí bebiendo,con música a todo volumen y expectantes para a la mínima robarnos,y además estaba toda la zona a oscuras y con pintas de que hubiese pasado por allí un huracán,estaba todo destrozado,tirados los contenedores de basura, coches abandonados, algunos sin ruedas,etc,supongo que era obra de aquella gente "tan simpática" que nos miraba con cara de "hacer amigos".
Por lo que decidimos volver volver a la estación ferroviaria,cruzar el túnel del terror y volver a las vías del tren donde pasaría nuestro tren "de la salvación". Aquello era lo más acogedor que vimos aquel día para pasar la noche,aunque estábamos a la intemperie y hacia bastante frío.Montamos nuestro "campamento" improvisado en unos bancos que había junto a los raíles,y desplegamos nuestros sacos a modo de camas para poder estar un poco cómodos durante la noche. Junto a los bancos se encontraba una especie de vehículo que por las pintas debía servir para transportar las maletas de los pasajeros,y para olvidarnos un poco del frío estuvimos haciendo el "ganso" un rato en él,y así olvidarnos de donde nos tocaba dormir esa noche.
Mientras intentábamos entrar en calor como podíamos comenzaron a llegar trenes de Alemania que paraban allí y se acercaba un revisor de la estación linterna en mano para revisar con mucha minuciosidad los bajos de los vagones mirando entre las ruedas,debajo de la locomotora,etc,lo que nos hizo pensar que se pasaban "cosas" o incluso gente ilegalmente por aquella estación,algo que tampoco nos sorprendía.Cuando conseguimos conciliar un poco el sueño,que era difícil con aquel frío tirados en el suelo,con trenes que llegaban y revisores pegándose gritos entre ellos,se nos acercó un revisor,y se puso a dar vueltas alrededor nuestra,lo que nos hizo pensar que nos iba a echar de allí pero no,se marchó y de vez en cuando nos miraba desde el otro lado de los raíles.
Cuando eran más o menos las 4 de la mañana,no paraba de mirar el reloj ya que no podía dormir nada,volvió el revisor raro de antes,y se acercó a uno de mis amigos y lo movió un poco para que despertase,eso ya me puso en alerta ya que aquella noche podía pasar cualquier cosa y había que estar en alerta. El revisor le despertó,y empezó a hablar en checo,como si lo fuéramos a entender,y claro,mi compañero se asustó porque no entendía nada de lo que le decía a toda velocidad,entonces el revisor lo cogió por la mano y se le dijo,otra vez con gestos,que lo acompañase adentro del edificio,no sé porqué,pero mi compañero se fió de él y lo acompañó mientras el resto,medio despiertos medio dormidos nos quedábamos allí.
Cuando volvió nuestro compañero nos contó que lo llevó a los baños de los empleados y le dejó las llaves,ya que los públicos estaban sucios,si solo fuera sucios...,por si tenia que hacer algo,y luego le invitó a un café. Resulta que nos estuvo observando,yo como vio que teníamos frío,bueno alguno más que otro ya que los sacos eran algunos mejores que otros,y decidió invitar a alguno a un café y ayudarnos si necesitábamos algo. A pocos minutos de que llegase el tren para Praga nuestra visión de aquella noche cambió radicalmente,de ser espantosa,horrible, caótica,y un montón de adjetivos más,pasó a sacarnos una sonrisa,y a emprender camino con otro animo. Mientras el tren arrancaba y cogía velocidad para abandonar la estación,el simpático revisor nos despedía con una sonrisa y moviendo la mano haciéndonos olvidar aquella fría noche de verano.