lunes, 4 de febrero de 2013

acampada de riesgo

Dentro de unos meses,en abril,volveré a revivir uno de los mejores momentos de mi vida,un evento en el que puedo ser yo mismo,ser plenamente feliz y notar que no necesito nada más en mi vida. Se trata de poder volver a un concierto de Rammstein,mi banda de música favorita y que forma parte de mi vida. Este abril del 2013 volveré a verlos y sentirlos por quinta vez y por muchas mas veces que vuelva a vivir el mismo concierto nunca dejo de vivirlo y sentirlo como si fuera la primera,aunque cierto es,que mi primer concierto de Rammstein fue memorable y especial,no solo por el concierto en si,sino que también por que fue cuando los conocí en persona,conocí a unas chicas que no olvidaré nunca en la vida y con las que nunca perderé la amistad,y por los momentos vividos aquellos días de julio del año 2010. Mi pasión por esta graciosa banda germana ya viene desde el 2004,cuando los escuché por primera vez gracias a un amigo,y desde aquel día me cambió la vida para siempre.Hoy por hoy,amo tanto su música que para no olvidarlos nunca llevo dos tatuajes de ellos,y mi madre,otra apasionada de esta fantástica banda alemana,también lleva un tatuaje de ellos para recordar lo importantes que son para nosotros y lo que nos han marcado de por vida.





Cuando nos enteramos en el año 2009 que iban a tocar en Bilbao,no dudamos ni un segundo en comprar las entradas,medio año antes,para poder verlos en persona,estábamos que no nos lo creíamos.La espera se hizo muy larga,no daba llegado el día en el que nos pusiéramos en camino a Bilbao para verlos. Ya que íbamos a ir en coche hasta Bilbao decidimos ir unos días antes para conocer un poco el norte de España y también para para ira Pamplona y así aprovechar que coincidía con la fiesta de los San Fermines,aunque eso queda para otra historia,ya que también tuvimos nuestros altibajos dignos de mención.



Nuestra primera parada en la ruta hasta Bilbao fue en Burgos,¡ay Burgos!,cuantas cosas nos han pasado todas las veces que hemos ido allí,siempre nos a ocurrido algo raro,anecdótico y extravagante en esa preciosa ciudad. Una vez visitamos la ciudad y probamos su rica gastronomía buscamos un lugar acogedor a las afueras donde poder acampar,si,acampar,¿no os lo dije?,nuestro viaje de 4 días en coche fue sin hotel donde poder pasar la noche,por lo que optamos por llevar nuestra amada tienda de campaña quechua,de las que lanzas y por arte de magia ya está montada,una tienda de campaña en la que hemos vivido mil y una historias que nunca olvidaremos y la cual hemos usado en infinidad de veces a modo de hotel y en sitios tan raros como el en el centro de alguna que otra ciudad,en medio de la calle,en medio de una rotonda,detrás de un monumento,y un sinfín de lugares mas que se me recen su rincón en este blog. Aquella noche presentíamos en "el aire" que iba a hacer mal tiempo y que no íbamos a dormir tranquilos,pero aun así,de la emoción que teníamos por acudir al concierto,no pensamos en lo que nos esperaba y el susto que íbamos a llevar aquella noche.



Saliendo de Burgos por una nacional,no recuerdo cual era,encontramos lo que parecía ser un área de servicio abandonada,y como estábamos muy cansados del viaje, decidimos montarnos el "chiringuito" allí.Soltamos la tienda de campaña y la atamos al coche y a un árbol ya que veíamos que iba a haber viento,pero nunca pensamos que iba a haber tanto.
Nos echamos dentro de la tienda de campaña y como estábamos destrozados no tardamos nada en conciliar el sueño,aunque no nos dimos cuenta,quiero pensar que fue por la oscuridad y no por no enterarnos de nada,de que habíamos acampado muy próximos a la carretera,por lo que comenzaron a pasar coches y a movernos la tienda entera,sobretodo cuando pasaban los camiones,pero era tal nuestro agotamiento que eso no hizo que no pudiéramos seguir durmiendo.


Al cabo de unas horas comenzó lo que fue una de las peores tormentas de la provincia de Burgos en aquel año,y tuvo que tocarnos a nosotros,y dentro de una tienda de campaña al aire libre. Durante los primeros minutos de la tormenta no nos dimos cuenta de la que estaba cayendo ya ya que pensábamos que era provocado por los coches al pasar junto a la tienda y un poco de lluvia. Al rato despertamos de un susto por la caída de varios relámpagos y nos dimos cuenta de que la tienda de campaña esta "casi" volando,agarrada a tierra solo por nuestro peso. El viento cada vez soplaba más y mas fuerte,la lluvia aumentaba de una forma descomunal,y el frío que comenzó a hacer hizo que nos pusiéramos en alerta como pudimos,ya que la tienda se doblaba mucho y nos arrastraba,era terrible. No eramos capaces de salir fuera para refugiarnos dentro del coche,aquello era imposible,no nos podíamos mover dentro y el viento nos tumbaba. Cogí fuerzas como pude para salir,y agarrándome al árbol con todas mis fuerzas para no caerme al suelo,amarré lo más fuerte que pude la tienda de campaña con unas cuerdas al árbol,y como pude ayudé a mi madre a salir de la tienda y refugiarnos en el coche. Nada mas salir ella de la tienda ésta se levantó y salió volando,quedando amarrada al árbol por la cuerda,y sin saber muy bien  si cuando amainara la tormenta iba a seguir allí amarrada. Dormimos como pudimos,si se le puede llamar dormir a aquello,y cuando salí a ver como estaba todo me encontré la tienda enganchada en las ramas del árbol,y para mi sorpresa,de una pieza.



Recogimos todo y nos pusimos camino a Bilbao parando en varios lugares como Vitoria y Pamplona, en este último pasamos el día y aprovechamos para conocer los San Fermines,y pasar la noche otra vez en la tienda de campaña,pero esta vez no fue el tiempo nuestro impedimento para conciliar el sueño,sino otra situación que mencionaré en otra entrada.
siguiente emprendimos camino a Bilbao nuevamente pero antes pasando por Donosti y Biarrtiz( Francia),si Francia,pero no fuimos hasta allí por gusto,sino por bajar la mirada yo y al levantarla ver que mi madre solo iba concentrada en cantar en el coche la música de Rammstein y no se fijó en que había cogido la salida para Francia,y con el subidón de que esa noche era el concierto decidimos tirar recto sin mirar atrás y darnos un paseito por las playas francesas.
Aquella noche fuimos para el concierto,que contar de aquel concierto sin quedarme corto,no sabría por donde empezar,fue apoteosico,y además allí conocí a dos grandes amigas que nunca olvido y a las que he podido volver a ver.



Después del concierto,fue en la zona bilbaina de Barakaldo,fuimos al coche a pasar la noche. Lo teníamos aparcado detrás de un Ikea que había junto al estadio,en una zona que había un parque junto al río con varios aparcamientos y en la que creímos que podíamos dormir bien,fallo nuestro,si ya todos los días habíamos tenido complicaciones para pasar la noche, ¿porqué iba a cambiar esa?
Como hacia un poco de frío nos tapamos con un edredón que llevábamos y reclinamos los asientos a modo de cama y nos pusimos a dormir,no nos llevó mucho tiempo ya que estábamos destrozados del concierto.
Cuando ya estaba en esa parte del sueño en la que no hay manera de despertarte de lo profundo que es,comencé a escuchar ruidos y risas pero seguí, durmiendo pensando que era un sueño,pero las risas no paraban y acto seguido comenzó a zarandearse el coche,por lo que me incorporé para ver que pasaba,y cual fue mi sorpresa de ver todo el coche rodeado de chavales con vasos de cubata y botellas de alcohol que no paraban de reírse señalarnos y zarandearnos el coche,y lo peor, creían que estábamos "haciendo algo" mi madre y yo al estar allí tirados en el coche tapados con el edredón,aquello era de película.avisé a mi madre para que despertase y cuando vio la cantidad de gente que nos rodeaba sin pensarselo metió la marcha atrás y escapamos de allí para una zona mas tranquila en la que poder descansar.


Por lo visto habíamos aparcado en plena zona de botellón y en el día idóneo para que estuviera lleno de gente mirándonos. No había manera de poder descansar, llevábamos unos días horribles con un montón de improvistos,pero todo merecía la pena por aquellas horas de concierto y estábamos con animo y pensando en que ·"saldría el Sol" al día siguiente y todo nos iría mejor. Al día siguiente salió el Sol y tenia pintas de que todo nos iba a ir mejor,por lo que nos vestimos y nos preparamos para volver a Lugo haciendo antes una paradita en Santander. En el momento que metió mi madre la llave en el contacto del coche nos dimos cuenta de que no arrancaba y nos miramos fijamente pensando en que ya no nos podía pasar nada mas,por lo que fuimos rápidamente a ver que le pasaba al coche y nos dimos cuenta que con el susto de "los mirones" habían quedado las luces puestas y se había descargado la batería. Nos desanimamos un poco pero rápidamente nos vinimos arriba y llamamos a una grúa para que nos ayudasen,y una vez cargada de nuevo la batería y nuestras "pilas" emprendimos camino a Santander y riéndonos de aquella noche en Burgos en la que hicimos una  "acampada de riesgo".

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